Cuentos para niños que se duermen enseguida Kalandraka
- Edad recomendada
- Todas las edades
Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada?
Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo.
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Aquel día llovió tanto, cayó tal cantidad de agua que los colores de todas las cosas, de todas las plantas, de todos los animales y de todas las personas se diluyeron y desvanecieron.
Todo se veía desteñido...
Los cuentos para antes de dormir deben ser cortos; no como aquel que cuando se acababa de contar, ya era hora de que el niño fuese al colegio. O aquel en el que los niños se quedaban dormidos y luego tenían que soñar el final. Aunque el cuento más largo que se conoce es tan largo que cuando se termina, el niño ya es adulto.
Estos 28 relatos destacan por su brevedad y agudeza narrativa, los giros literarios y el sentido del humor. Son historias basadas
en el nonsense que apuestan por la originalidad y el guiño inteligente. Partiendo de la sencillez, sorprenden a los lectores con cambios inesperados en el curso de los acontecimientos y con finales que dibujan sonrisas, dejando un poso de lectura gratificante, sacudiendo la creatividad e invitando a la reflexión.
Como dibujante y paisajista, David Pintor se convierte en captor de momentos y situaciones hilarantes, en intérprete visual del talento literario de Carlos López. El resultado son estampas de líneas sinuosas y llenas de colorido, por las que perder la mirada y soñar con saltar al plano del papel para recorrer sus rincones y participar en las aventuras que transcurren en ellas.
Las ilustraciones fueron seleccionadas para la Muestra de Ilustradores de la Feria Internacional del Libro Infantil de Bolonia 2011 y la Bienal de Ilustración de Bratislava 2011.