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» Es que es mala comedora…»

» No le gustan las verduras…»

» Míralo, el dulce si,  pero las lentejas ni ver ¿no?»

» Si te comes esto, podrás comer postre»

¿Cuántas veces hemos escuchado esto de niños?


Lo primero en lo que tenemos que pensar cuando queremos comenzar a acompañar en la alimentación a nuestros hijos es ¿ que relación tengo yo con la comida, con el alimento?

Cuando yo me planteé esta pregunta me surgieron muchas dudas, Luna todavía no estaba en nuestras vidas, pero durante mi formación me di cuenta que algo tenía por descubrir.

brocoli3Realicé una dinámica con alimentos. Teníamos que permanecer con los ojos cerrados o vendados. Y desplazarnos por la sala donde nos habían colocado diferentes alimentos. Nos propusieron desplazarnos e ir descubriendo lo que había por la sala. Explorar con nuestros sentidos, pero privándonos de uno, la vista. Cuando comenzamos la dinámica yo me sentía segura, a mi ritmo iba explorando el espacio, cuando llegaba a una superficie donde había comida, la tocaba, la olía e intentaba averiguar de que se trataba. Lo realicé con varios alimentos , y me di cuenta de una cosa, podía sentir que lo tocaba era una fresa, su olor era de una fresa, pero no me lo podía comer, no la podía probar.

Cuando expusimos como nos habíamos sentido con la dinámica, yo expliqué lo que me había pasado y nuestra acompañante, me invitó a reflexionar sobre ello, a pensar en mi infancia, ¿ por qué no podía comer algo que no veía? La vista es uno de los sentidos más potentes, cuando la inhibimos ( cerramos lo ojos), los demás se acentúan, se abren. Cuando no podía ver lo que comía me sentía insegura, en definitiva no me fiaba. Profundicé en esto, hablé con mi familia, a ver que es lo que ellos me trasmitían sobre mi relación con la comida. Y comencé a recordar experiencias. Recordé como en la guardería me obligaron a comer arroz con leche, y como automáticamente lo devolví (ahora solo con oler la canela me entran nauseas….) Empecé a conocerme un poquito más. Sentí y comprendí que obligar a un niño/a a comer algo que no desea, es como si a mi ahora me obligaran a comer arroz con leche.

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No debemos obligarles a comer si no tienen hambre, ni castigarles ni premiarles por haberse comido algo o no. Porque si realizamos esto, la relación que tendrán con ese alimento será de una imposición ( me lo tengo que comer porque me lo dicen y no porque disfruto comiendomelo) o una recompensa ( si me como esto, después comeré chocolate).

Tampoco es recomendable que el momento de la comida se haga frente a la TV. Su atención esta en eso que esta viendo, no en la comida. Por lo que no puede integrar los sabores, olores…de lo que come. Es verdad que muchos niños mientras ven TV comen, podríamos meterles en la boca una comida que sabemos que no les gusta y se la comerían. Pero, ¿ porque pasa eso? reflexionemos… La realidad es que no esta percibiendo eso que tiene en la boca, se lo come, si, de forma automatizada, como una máquina, pero no esta permaneciendo con el alimento.

DSCF5238La relación del niño con el alimento comienza por como nosotros nos relacionamos con el propio alimento. Si para nosotros es mejor comida los macarrones que el pescado, esto se lo trasmitimos. Tenemos que conciliamos a nosotros mismos con los alimentos, sanar esa parte de nosotros en las que en nuestra infancia fuimos no respetados, y en la que alimentarse se convirtió en una obligación no en una exploración de los sentidos.

Cuando los bebes comienzan a tener curiosidad por los alimentos, se percibe en su mirada, en sus gestos, en su voz….La OMS recomienda iniciarse a partir de los 6 a 8 meses de edad, siempre respectando las señales de los bebés, que son los que deben guiarnos en ese proceso de introducir otros alimentos distintos a la leche materna o de fórmula. Cada bebé tiene su propio tiempo y ritmo. Lo cual se debe a que ingerir alimentos también implica un proceso madurativo a nivel neurológico que implica funciones tanto motoras como sensitivas.

En los bebes alimentados con lactancia materna su principal alimento es la leche materna. El resto de alimentos son objetos de exploración, lo importante no es la cantidad que comen los bebés sino la calidad de lo que ingieren y seguir respetando el principio de alimentar a demanda.

metodo-blwCuando un bebe esta preparado para ingerir alimentos hay una serie de señales:

Al introducirle el dedo ya no lo succiona. El reflejo de succión que tenían cuando nacen ya no es un reflejo sino que es voluntario.

Se mantiene sentado.

Ha desaparecido el reflejo de extrusión ( ya no expulsa con la lengua el alimento o la cuchara al introducírselo en la boca)

Tiene curiosidad por lo que comemos, esto se percibe claramente cuando te quita la comida de la mano y se la lleva a la boca.

Cuando los bebes ingieren alimentos por primera vez es una explosión para sus sentidos. Por eso es recomendable que sean lo más naturales posibles y sin añadirles azúcar, ni sal.. Y que sea gradual, introduciendo un sólo alimento a la vez y repetir el mismo alimento entre 3 a 5 días para descartar posibles alergias.Se le pueden dar los alimentos en trozos cocidos o maduros en el caso de las frutas. Es importante que sean alimentos que ellos mismo puedan llevase a la boca, favoreciendo de esta forma el agarre.

450_1000Nosotros con Luna optamos por no preparar papillas y ofrecerle los alimentos troceados. Nos informamos mucho teníamos muy claro como lo queríamos hacer, pero como en todo durante la crianza, aparecen tus sombras.

Yo sabía la importancía de poder ofrecer la comida y dejarle explorar. Pero… tiene su dificultad. Cuando comen, no sólo se llevan el alimento a la boca, si no que también lo hacen al ojo, a la nariz, al pantalón precioso que le ha regalado la tia…

Cuando la observaba me tenía que morder la lengua, sabía que eso que se me removía por dentro era mío, que ella estaba plenamente disfrutando con esa porcinón de sandía. Pero aquello me costaba bastante….sobre todo si después de eso me pedía teta…estaba tan pegajosa…

Pero bueno, aunque estas situaciones nos sigan removiendo, lo primero es detectar que es algo nuestro, que no es que nuestro hijo sea un «cochino», es que esta explorando con todos sus sentidos.

Tenemos que tener en cuenta que el niño/a necesita moverse. Cuando comienzan andar, su principal motivación es desplazarse, de un lado al otro, sin ningún objetivo en concreto, solo el disfrutar de la sensación de estar en vertical y desplazarse con autonomía. En esta etapa la alimentación también es en movimiento, pueden permanecer sentados, pero poquito rato, la necesidad de exploración les llama a comer en movimiento. Esto es algo que a los padres nos cuesta, pues acompañarlos en este proceso puede destapar nuestros miedos. Tenemos que dejarles libertad de movimiento, es agotador para los padres hacer que permanezcan sentados, además de que puede generar un rechazo hacia el alimento. Se puede limitar a un espacio, por ejemplo la cocina, para evitar que pueda manchar. Más adelante cuando este preparado permanecerá sentado, comiendo, y no hará falta decirle que no se puede levantar, pues él será el que quiera permanecer en la mesa.

Nosotros comemos todos juntos, en la medida de lo posible. Vemos importante el poder compartir el momento de alimentarnos en familia, un momento de encuentro, de comunicación…en la que nutrimos nuestro cuerpo y nuestra alma. Esto favorece la curiosidad del bebé por los alimentos, por alimentarse…

huevoTambién es importante que sean participes en la preparación de los alimentos. Cuando ellos participan en la elaboración de las comidas saben lo que llevan los platos de comida que se van a comer. Pueden ayudar con ciertas medidas de seguridad. Quitar guisantes de las vainas, batir huevos, empanar, hacer las croquetas, sándwiches, pan, galletas… son actividades con las que ademas, adquieren destrezas manipulativas, trabajan la coordinación,  y la autonomía. Para ellos es una motivación cocinarlo y después probar lo que han elaborado.

Los niños observan, ven como nosotros nos relacionamos con la comida. Saben que alimentos hay en casa.

Hasta hace un año Luna no comía gominolas, en casa no tenemos porque no nos gusta, ella no tenía especialmente interés sobre esto, cuando niños/as de su alrededor comenzaron a comer, ella preguntaba y nosotros le dábamos  las razones de porque no queríamos que ella comiera.

Teníamos muy claro que tarde o temprano las iba a consumir, pero no veíamos que ella tuviese realmente necesidad de probarlas. Hasta que un día vimos que en su juego reproducía situaciones con sus muñecos en los que ellos no podían comer y querían, ahí fue donde observamos que ya existía esa necesidad. Y buscamos una alternativa natural para que ella pudiese probar las gominolas.

Primero elaboramos caramelos caseros, y más adelante compramos gominolas y caramelos ecológicos. Cuando alguien le ofrece caramelos que no son naturales, nosotros le explicamos las razonoces de porque no queremos que consuma esto y se las cambiamos por unas ecológicas. Todavía no ha comido gominalas y caramelos no naturales, llegara un día que si que lo hará.

Pensamos que todo tiene que tener un equilibrio, si prohibimos a nuestros hijos algún alimento esto puede generar ansiedad por éste cuando finalmente lo coma. Para llegar a este equilibrio hay que estar en continua observación y escucha . Nosotros le explicamos que puede comer chocolate, pero una cantidad limitada, pues nuestro cuerpo no solo necesita azúcar para crecer y funcionar, sino que también necesita de otro tipo de nutrientes que contienen otros alimentos.

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Tenemos que CONFIAR, confiar en nuestro bebé, en nuestro hijo. Escuchar sus señales, apoyándolo, acompañándolo en el proceso. De esta manera en el niño/a tiene la confianza y al seguridad de que sus necesidades son válidas y son apropiadamente atendidas.

 

 

 

Ana Remacha

VeoBio/lo natural es jugar