Casitas, cabañas, refugios, fuertes, madrigueras… que recuerdos…
El otro día por la tarde en el balcón de casa estaban Luna y Violeta construyendo una de sus casitas
Las observé durante un rato, en silencio. Y comencé a recordar… cuando yo era niña hacía todo tipo de cabañas y casitas. Recuerdo pasar horas pensando y confeccionando sus paredes, puertas, tejados, salidas secretas… recuerdo disfrutar muchísimo construyéndolas.
Y vosotr@s, ¿ os acordáis? ¿ Recordáis como os sentisteis al tener vuestro propio espacio secreto con sus propias reglas?
Construir cabañas, fuertes secretos, guaridas, y casitas no es un juego cualquiera. Es un impulso universal que está enraizado en la psique infantil y forma parte del desarrollo saludable de los niños” dice el educador David Sobel, investigador de este comportamiento infantil y autor de «Children’s Special Places: Exploring the Role of Forts, Dens, and Bush Houses in Middle Childhood»
Los niños/as de todo el mundo organizan estos “lugares especiales”. Los han encontrado en bosques, desiertos, orillas de los ríos, setos, nieve, también en patios, sótanos de casas, balcones, en pisos, todos ellos pequeños mundos dentro del gran mundo.
“Es algo que simplemente ha sucedido siempre -dijo Sobel. Ahora el impulso sigue ahí en los niños, pero las oportunidades de dar rienda suelta a esa necesidad ha disminuido. Los niños juegan menos fuera y dentro de casa y están más tiempo conectados a las pantallas.»
Pero… ¿ Por qué construir cabañas o casitas es tan importante?
Cuando comienzan a desplazarse por si mismos, los niños/as exploran su entorno. Suben, bajan, tiran, cogen… están en continua exploración. Así pues no es raro ver a un bebé debajo de la mesa, dentro de una caja o detrás de las cortinas. Es de esta forma como ellos van integrando los conceptos de dentro- fuera, encima- debajo…
Cuando encuentran un espacio en el que se sienten seguros, vuelven, pueden permanecer en ese espacio minúsculo durante mucho rato, simplemente estando con ellos mismos.
En nuestro caso es una carrito que tenemos en la cocina. Violeta puede estar ratos y ratos. Cuando ve que la estas observando hay veces que sonríe, pero en otras… gruñe, no le gusta. Es su momento de intimidad.
Los niños/as desde pequeños buscan estos momentos, momentos de intimidad. De permanecer con ellos mismos, para conocer su cuerpo, sus sensaciones, para conectarse con si mismos.
A medida que van creciendo, y entrando en otro tipo de juego estos espacios adquieren nombre «mi casita», «mi cabaña», » mi cueva»… y se convierten en todo un mundo.
Alrededor de los 3, 4 años los niños entran en juego simbólico, » hacer como si…» y en este juego las casitas adquieren gran protagonismo, he llegado a observar la reproducción exacta de una vivienda con módulos, cojines, telas y cuerdas.
En ellas representan situaciones vividas ( hacer como si comiera, pero utilizando un palito) e imitan a los adultos ( hacer como si hablara por teléfono). Este tipo de juego ayuda a los niños a asimilar las situaciones que se dan el vida real. El niño practica estos juegos por el placer de ejercer sus poderes y revivir sus experiencias.
Mas adelante entorno a los 5, 6 años, dice Sobel, tienen la necesidad de crear sus propios espacios especiales. No solo es un espacio de juego, es su espacio privado, su refugio. Los niños tienen su propio espacio secreto con sus propias reglas. Disfrutan en ellos de la libertad de las reglas del mundo de los adultos.
Son de gran importancia para su desarrollo y para su salud emocional. Es una forma de fomentar un vínculo entre los niños/as y la naturaleza, esto es importante para la maduración.
“El lugar especial en el exterior sirve para simbolizar ese lugar interno especial“, dice Sobel.
«Es su propia crisálida privada.»
Y nosotras/os… ¿ Cómo podemos apoyar?
Para ellos es de gran importancia el proceso de construcción. Por eso necesitan tener a su alcance materiales con los que construir, tapar, sujetar…
Podemos adaptarlo en función del espacio que dispongamos, si es exterior o interior, si es pequeño o grande… Los materiales tiene que estar al alcance de los niños. A continuación os nombro varios materiales no estructurados, ¿Por qué no estructurados? porque una tela puede ser una puerta o un tejado, y una pinza puede ser una cuchara o sujetar una tela.
DENTRO DE CASA:
Telas: muchas telas, muchas muchas telas. Trasparentes, opacas, grandes, pequeñas, de colores… Pueden utilizarlas para infinidad de cosas.
Módulos: Nosotros hicimos lo nuestros con colchones de goma espuma, y sabanas viejas. ¡¡Es el material estrella!!
GIGI es un sistema encajable de construcción de cartón que cumple todos los requisitos que exigimos en un buen material para acompañar el juego imaginativo de los niños y niñas.
Son unas piezas robustas de construcción que permiten crear construcciones habitables: Casas, castillos, fuertes, barcos, cohetes o paradas de mercado.
GIGI blocks
Existen packs de materiales para la construcción de estructuras, como Trígonos ,que ofrece una selección de materiales con los que realizar casitas, cabañas… mediante listones de madera, cubos, telas…
Construir con él es muy fácil, solo hay que unir los listones con los cubos y pasar las telas por los listones para crear estructuras sólidas y de grandes dimensiones. Una cabaña, un castillo, una tienda… Acompaña la curiosidad, la creatividad y la capacidad de concentración.
Facilita la comprensión de la geometría, construyendo se puede llegar a descubrir cuántos triángulos, rectángulos y cuadrados tiene un octágono en su interior, o incluso comprobar el teorema de Pitágoras.
Packs de Trigonos
Estos materiales son orientativos. Cualquier cosa puede despertar la imaginación de un niño, desde cintas adhesivas y cajas de cartón hasta materiales de construcción de desecho.
Los niños/as los que elegirán que coger y donde ponerlo. Que no nos sorprenda ver el palo de la escoba como barrera abatitable de su refugio. 🙂
EN EL EXTERIOR:
En la naturaleza hay infinitas posibilidades. Y los niños/as lo sienten. Ven cuevas secretas donde nosotros vemos piedras. La naturaleza es un espacio de aprendizaje constante.
En ella pueden encontrar todo lo que necesitan para hacerse una cabaña:
Hojas.
Palos.
Ramas.
Arbustos.
Árboles.
Piedras.
…
Si sacamos cuerdas y telas puede ser el complemento ideal para la construcción de sus refugios.
Además de satisfacer esta necesidad como parte de su desarrollo, los niños adquieren otros muchos beneficios:
Madurez, independencia y autoconfianza. Son ellos los que deciden como construirlas. Toman decisiones de donde quieren colocar las cosas y de que forma. Al terminarlo les reconforta, ven que pueden hacerlas y sienten lo que es hacer algo por ellos mismos, esto les genera autoconfianza.
Habilidades cognitivas, como la resolución de problemas, planificación e imaginación.
Buscan diferentes alternativas hasta encontrar la que ellos necesitan. Ellos se imaginan algo y tienen que encontrar la manera de plasmarlo con los diferentes materiales que tienen. De esta manera desarrollan el pensamiento matemático al buscar patrones, establecer conexiones … Los niños usan su conocimiento en esta área para resolver distintos problemas y generar nuevas preguntas en distintos contextos.
En la sala de Psicomotridad he llegado a ver autenticas obras de ingeniería, donde cada cuerda, palito, módulo… tenía su función especifica en la casa. ¡Impresionante!
Habilidades sociales, como cooperar y negociar. Al realizar una casa o cabaña entre todos, los niños entran en comunicación. Tienen que exponer lo que cada uno quiere, si están de acuerdo o no es su disposición, forma… Entre todos tienen que cooperar para construirla.
Habilidades prácticas. Como la motricidad y fina y gruesa.
Mucho ejercicio, tanto al construirlo como al jugar.
Liberación de estrés.
Casitas, fuertes, cabañas, cuevas, madrigueras, iglúes, casitas en el árbol… todos en algún momento en nuestra infancia hemos construido nuestros espacios, nuestros refugios, donde nos hemos sentido seguros, y hemos sentido la euforia al conseguirlo.
Una cabaña es, literal y figurativamente, una defensa contra todas las fuerzas del mundo exterior y un lugar privilegiado para soñar despierto.
Ana Remacha Sienes
Terapeuta Ocupacional. Psicomotricista Educativa, Re-educativa y Terapeutica.
¡Ya llegó el calorcito! Y con él hace tres años que VeoBio comenzó su andadura con todos vosotros.
Han sido tres años cargados de muchas aventuras y de muchísimas cosas aprendidas.
Cuando comienzas una aventura de este tipo todo está en el aire, pero ha sido para nosotros muy gratificante, muchos de vosotros habéis confiado en VeoBio para ofrecer materiales niños y niñas de una manera respetuosa, que den juego y vida a vuestro día a día.
Desde VeoBio nuevamente os damos las gracias.
Y para agradeceros la confianza os presentamos este material que podéis conseguir mediante nuestro SORTEO!!!
Los juguetes Hape se definen como juguetes creativos y a la vez respetuosos con el medio ambiente. Su misión es ofrecer juguetes que inciten a jugar, aprender y explorar el mundo en el que vivimos. Su filosofía entorno el juguete es que, mientras los pequeños se divierten, padres y educadores deben verlos como elementos necesarios para el aprendizaje y apropiados para desarrollar la habilidades sociales, sensoriales, físicas y emocionales de los niños.
Los juguetes de trenes, es un clásico. Pero este circuito ¿ Qué tiene de fascinante?
Los trenes han sido material que da mucho juego desde hace tiempo, es un clásico. Adultos y pequeños de la familia quedan fascinados con los clásicos ferrocarriles.
El circuito de trenes encajable musical de Hape se caracteriza porque pueden ser varios juegos a la vez, un instrumento musical, un circuito de motricidad, piezas de construcción… tiene millones de posibilidades. Esta compuesto por 30 piezas con las que se puede realizar un circuito para el tren o jugar con ellas por separado, están preparadas para estimular los sentidos de los mas pequeños. Se compone de:
8 piezas de madera de diferentes colores teñidos con pinturas al agua no tóxicas.
Una pieza Xilófono, elaborada de madera natural con piezas metálicas, un instrumento musical de percusión que les encanta a los mas pequeños golpear con unos palos y que también suenan al pasar el tren.
Una pieza con un circuito de motricidad o looping, a los niños les encanta pasar las piezas por el nudo mágico de metal, intentado buscar la salida. Además de ser un túnel precioso para nuestro tren.
Una pieza encajable de formas, un puzzle que se compone de tres piezas de madera de diferentes colores y formas. Por donde también pasa el tren.
Una pieza pandereta, con una forma muy curiosa, que al agitarla suena de una forma muy dulce y que también tintinea cuando el tren pasa por ella.
Una locomotora con tres vagones que se encajan con tres animales de madera a los que les encanta dar vueltas en el tren. La locomotora y los vagones se encajan entre si, son magnéticos.
Piezas de construcción, entre ellas 2 árboles, un prisma que al agitar suena como una maraca y dos cubos con espejos, en los que se pueden reflejar sus caritas o la luz de la locomotora cuando pasa. Son piezas que estimulan sus sentidos a la vez de ser ideales para componer una estación de tren o una casita.
El circuito se complementa con el resto de circuitos y piezas de Hape. Por eso en VeoBio queremos combinarlo con la locomotora con batería y luz de Hape. Para quienes quieran observarlo en movimiento.
Todos los circuitos de Hape los puedes encontrar en VeoBio, puedes verlos aquí.
Pero… ¿ Qué beneficios tiene para los niños y niñas?
En VeoBio estamos en continua búsqueda de materiales que además de ser respetuosos con el medio ambiente sean materiales que fomenten la creatividad y la imaginación.
» Juego, luego aprendo.» mientras los niños/as realizan sus circuitos, exploran el circuito de motricidad, intentan colocar la pieza en la caja de formas… estarán integrando diferentes conceptos que posteriormente les servirán para la lector-escritura escritura o la resolución de problemas matemáticos.
Algunos de los aspectos pedagógicos que estarán trabando son:
Motricidad fina.
Coordinación ojo-mano.
Atención y Concentración.
Razonamiento Lógico.
Creatividad e Imaginación.
Resolución de problemas.
Esta recomendado para niños/as mayores de 18 meses.
¡Es un material que estimula todos sus sentidos!
En el siguiente video os mostramos el circuito + locomotora y algunas de las posibilidades que ofrece.
Es un sorteo para Península y Baleares que estará activo hasta el próximo 10 de Julio a las 23.59h. El ganador/a lo anunciaremos en este mismo post a partir del lunes 10 de Julio.
Puedes conseguir una participación por cada red social desde la que participes. Lo que debes hacer en cada caso es lo siguiente:
Si participas desde Facebook: Sigue a @veobio y comparte este post públicamente en tu muro.
Si participas desde Instagram: Sigue a @veobio y comparte la foto del sorteo etiquetando a 3 amigos/as.
En ambos casos es necesario rellenar tus datos de contacto en el siguiente formulario.
GANADORA DE SORTEO:
Veronica Padilla Aguilera, desde Facebook. ¡¡¡¡¡ENHORABUENA!!!!!
Muchas gracias a todos por vuestra participación.
VeoBio/ lo natural es jugar
Ana Remacha. Terapeuta Ocupacional. Psicomotricista educativa, re-educativa y terapeútica.
¿Qué día vienen los abuelos? ¿Cuándo nos vamos a la playa? ¿Cuánto falta para que sea mi cumpleaños? Llevábamos un tiempo que Luna nos hacía estas preguntas. Nosotros contestábamos «El Lunes vienen» «El viernes que viene» «Quedan dos semanas».
Ella a veces no necesitaba más explicación, pero en otras ocasiones preguntaba » pero, ¿ cuando es eso?»En ese momento recurríamos al calendario de pared, y le señalábamos los días. Parece que esto le sirvió durante un tiempo, pero un día me preguntó «Entonces mamá, ¿cuándo se acaben las hojas de este calendario, nos moriremos?» Yo me quedé perpleja, evidentemente había algo que no estaba comprendiendo, por mucho que se lo explicábamos, no comprendía el concepto. Necesitaba un material más visual y que pudiera manipular.
Los niños/as necesitan ubicarse en el tiempo.
La noción del tiempo se va estructurando desde la acción, los niños/as lo van integrando desde las rutinas diarias. Poco a poco van adquiriendo la capacidad de anticipar, de esperar y de organizar su actividad según su cronología. Llega un día en el que los niños/os nos formulan preguntas. Nosotros contestamos con la lógica de un adulto. Pero en la cabeza de un niño/a estos conceptos son muy abstractos, para que se produzca una comprensión de lo que les estamos diciendo, necesitan vivenciar, experimentar, sentir… tocar el ayer, el lunes, la semana.
Existen varios materiales con los que trabajar el ritmo anual con los niños, de una forma manipulativa, vivencial, significativa.
Los calendarios convencionales son lineales, difíciles de entender. La semana empieza y acaba en una línea, cuando el tiempo no funciona así; sino que, cuando acaba la semana, no se despide del todo, saluda y da la bienvenida a una nueva que vuelve a empezar el círculo.
Lo mismo ocurre con una año completo. Viéndolo de esta manera, es fácil comprender que el ritmo del año es cíclico, circular, que cuando termina Diciembre, empieza Enero y comienza la rueda otra vez.
De mi casa al mundo nos explica «Como enseñar el ritmo anual a los niños» aquí.
Grapat también nos presenta este año el Calendario perpetuo como novedad, que junto con la Cadena anual «El ritmo de la vida» hacen de ellos un material completo para la compresión del ritmo anual.
Tras observar y escuchar a los niños/as, hemos visto la necesidad de crear un material sencillo, atractivo, que puedan manipular, con la misma línea pedagógica y centrado en la comprensión de los días de la semana.
Si en algo destaca Grapat como fabricante es en el amor, calidad, sencillez y a la vez originalidad de sus creaciones. Poder trabajar con ellos ha sido un proceso muy bonito, ver como una idea toma forma y posteriormente visualizarla en un material como este, ha sido toda una experiencia.
Estamos entusiasmados de tenerlo en VeoBio, podéis verlo aquí.
Pues bien…hablemos del Calendario semanal 7 Lunas:
Se compone de una base circular de madera, 7 Nins®-bellota de siete colores diferentes, cada uno con una vasija de su mismo color.
Cada Nin®-Bellota representa un día de la semana; sus colores nos permiten diferenciarlos y ponerles nombre.
Es importante que dejemos primero a los niños explorar el material. Que exploren sus bordes redondeados, sus huecos, sus curvas… dejándoles imaginar, crear y explorar mil y una manera de jugar con ellos. Favoreciendo de esta forma el desarrollo de la creatividad natural de los niños.
Lo fabuloso de este material es que ofrece muchas posibilidades de juego y a su vez, si lo presentamos de una determinada manera favorece la comprensión del paso del tiempo.
Si nombramos a los Nins®-bellota como Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo, estaremos asociando un color a cada día de la semana.
En la pedagogía Waldorf esto es de gran importancia. Cada día de la semana tiene su color, con los niños/as más pequeños se puede simplificar como “el día verde” “el día naranja”. Es mucho más fácil para ellos, recordar que vamos a nadar en el día azul, que nombrar el sábado. Esto también les hace sentirse seguros, dado que al ser significativo para ellos «en el día azul vamos a nadar» saben que esperar, saben anticipar, y esto les da seguridad.
Los colores son mucho más fáciles de asociar con eventos diarios y semanales que los nombres raros que utilizamos comúnmente los adultos. Más adelante podemos nombrarlos por su nombre. Comienzan así a comprender que al día azul le sigue el blanco mucho más rápido que al Sábado le sigue el Domingo. Incluso en algunas escuelas, los niños llevan la ropa del color del día de la semana, favoreciendo así su ubicación en el tiempo.
En el artículo que he mencionado antes, Aguamarina nos habla de que » En muchas culturas antiguas creían que todos los días de la semana tenía su correspondiente planeta, color, e incluso grano y olor. Esta creencia ha sido adaptada por las escuelas Waldorf de todo el mundo.»
Nosotros también hemos hecho nuestra adaptación de colores, basándonos en la metodología Waldorf, hemos creado una gama de colores que nos tiene enamorados. Nuestra propuesta sería la siguiente:
Si queremos, podemos escribir sus nombres en cada Nins®-bellota. Visualmente verán la forma que tienen las letras de las que se componen los nombres de los días de la semana, y cuando estén preparados para iniciarse en la lector-escritura asociaran el color, con el nombre y la palabra escrita. Se pueden colocar en el idioma que uno quiera.
Se colocan los 7 Nin®-bellota dentro de sus vasijas de su mismo color, y los colocaremos en el orden de los días de la semana, dispuestos sobre la base de madera circular.
En nuestra propuesta de colores el Lunes sería el Nin®-bellota púrpura, y le seguiría el Nin®-bellota rojo, Martes, a este le seguirá el Nin®-bellota amarillo, Miércoles… y así hasta llegar al Domingo, Nin®-bellota gris claro, que le seguiría el Lunes, Nin®-bellota púrpura.
Una vez dispuestos sobre la base, y escondidos dentro de sus vasijas…por la mañana al despertase…levantaremos al Nin®bellota del día en el que estamos. Si hoy estamos a Jueves, le daremos la vuelta a la vasija naranja, y colocaremos al Nin®-bellota naranja encima, quedando elevado de los demás. Éstos estarán escondidos dentro de sus vasijas, dormidos… asomando solo sus turbantes. Esperando que llegue su día. Otra posibilidad es colocar el Nin®-bellota del día con su vasija en el centro del círculo, rodeado de todos los demás y dejando su hueco para la visualización del día en el que nos encontramos.
Visualmente se ve que ese es el día en el que estamos, Jueves (naranja), que ayer era Miércoles (amarillo) y que mañana será Viernes ( verde). Estamos integrando de una forma manipulativa el concepto temporal del Ayer, Hoy y Mañana.
A la vez estamos trabajando el razonamiento lógico matemático, dado que si decimos «Estamos a Lunes, dentro de dos días voy a la piscina», el razonamiento que se hace es contar dos Nins®-bellota para llegar a la conclusión de que voy el Miércoles.
Podemos cambiar el día antes de desayunar. Es una forma de comenzar el día poniéndole color.
Es alucinante ver como van comprendiendo los conceptos a través de la manipulación y exploración del material. Un día le preguntaron a Luna, «¿ cuanto queda para tu cumpleaños?» Y ella contestó » ¡Quedan dos vueltas, y ya será mi cumpleaños!». Yo me quede fascinada, ella sola había hecho el razonamiento del tiempo que quedaba.
Poder ofrecer materiales a los niños/as con los que puedan interactuar de un forma libre y a su vez integren diferentes conceptos de aprendizaje, es uno de los mayores regalos que les podemos ofrecer como acompañantes.
En un día de visita al parque, nos acercamos a unos columpios, uno era una tabla y otro tenía un asiento con refuerzos donde colocan a los bebés. Luna me dijo: » ¡ Sube a Violeta, y yo la columpio!» Me quede pensando durante unos segundos, » nosotros nunca te hemos columpiado»le dije, y le expliqué nuestras razones.
Esto me hizo pensar…
Nosotros nunca hemos columpiado a Luna. Pensamos que el columpiarse al igual que sentarse por si misma, gatear, caminar, ir en bicicleta… forman parte de su proceso. Y como tal, cada proceso de cada niño lleva su ritmo, cada uno tiene su tiempo para alcanzar los diferentes hitos del desarrollo dentro de la normalidad.
Cada vez estamos más a la escucha de esta parte en nuestros hijos.
Desde el desconocimiento, hemos ido actuando, pensando que era lo mejor para ellos, y hemos sentando a los bebés cuando no estaban preparados, les hemos andado… Cada vez es más frecuente que los padres y profesionales de la educación tengan en cuenta los trabajos de Emmi Pikler, en los que recalcaba que“ ayudar” a los niños cuando ellos no están listos para realizar ciertos movimientos por sí mismos es perjudicial. Pikler estaba convencida de que el desarrollo motor es espontáneo; y aseguraba que, si se les proporcionan ciertas condiciones, los niños alcanzan por sí mismos un desarrollo motor adecuado. Pues bien, nosotros aplicamos esto en el día a día, en casa, en la naturaleza, en el parque…
Si nos sentamos en un parque y nos ponemos a observar en silencio, nos daremos cuenta de las constantes intervenciones que tenemos los adultos con los niños, en un espacio que se supone que está preparado para ellos.
Así que es frecuente observar, como suben a los niños en los toboganes, hay veces que hasta se les agarra de las manos y del cuerpo para descender por él. También colocan a bebes en los columpios, antes de sentarse por si mismos. Incluso si nos ponemos a escuchar con atención los comentarios que los adultos hacemos a los niños, no es raro escuchar indicaciones de como tienen que bajar, subir o que es lo que son capaces de hacer o no, sin ni siquiera haberlo intentado por si mismos.
Cuando nosotros íbamos al parque, Luna veía a los niños en los columpios, y ella quería subir. Pero a nivel motor todavía no estaba preparada, no sabía como organizar su cuerpo para poder subir al columpio. Ella se colocaba al lado, y pedía que la subiéramos, pues a sus amigos sus padres si que lo hacían. Nosotros le explicábamos que cuando su cuerpo estuviera preparado para utilizarlo, sabría como hacer para subir. «Si quieres lo puedes intentar, yo te acompaño, estoy a tu lado»
La gente nos miraba extrañados, y más de una vez, hemos tenido que explicar el porqué.
Luna intentantaba subirse, pero necesitó un tiempo para hacerlo ella sola. Se frustraba, gritaba, lloraba… nosotros la acompañábamos, en ocasiones se enfadaba con nosotros, normal. Pero esa frustración generaba movimiento en ella, y después de desahogar a través del llanto, lo intentaba una y otra vez. Hasta que un día, subió. Para mí fue muy emocionante ver la expresión de su cara al hacerlo,» ¡He subido, he subido yo sola!!!» decía emocionada, su mirada, su respiración, su gesto… todo su ser estaba conectado con la emoción que estaba teniendo en ese momento, alegría.
Bien… una vez arriba, ¿Y ahora que? «¡Columpiamé!» Comenzábamos otro proceso, había subido arriba, pero no sabía como columpiarse. Pasó un tiempo en el que se subía y permanecía quieta, y observaba al niño de al lado como le columpiaban o si lo hacía solo, como lo hacía. Algún abuelo/a que había por ahí, le explicaba que tenía que mover la piernas arriba y abajo, ella lo probó, pero como no tenía interiorizado el movimiento de balanceo del cuerpo, no le funcionaba y volvía a desahogar su frustración a través del llanto.
Finalmente un día comenzó a mover su tronco y consiguió balancearse. Poco a poco sincronizó el movimiento de su tronco con el de sus piernas, consiguiendo con menos de tres años columpiarse sola.
Esto suscitó otros dilemas de los papas y mamas que nos encontrábamos en los parques, una vez vivenciamos una situación muy potente con una niña de 5 años que estaba en el columpio de al lado, su padre le estaba balanceando, miró a Luna y le verbalizó a su hija » ¡Ves! , una niña mucho más pequeña que tú y se columpia sola». No le habían dado la oportunidad de hacerlo por si misma, ni el acompañamiento necesario y la estaban culpabilizando de no columpiarse sola. A mí personalmente estas situaciones me tocan mucho…
Columpiarse es importante en el desarrollo de los niños, mientras se balancean se está estimulando el sistema vestibular. Este se encarga del equilibrio y el control espacial. La estimulación del sistema vestibular lanza mensajes directamente al cerebelo, y este se encarga de organizar el movimiento y de integrar lo que se recibe a través de los órganos sensoriales, entre otras muchas cosas.
Se trabajan tantos aspectos durante el balanceo que los columpios se están convirtiendo en una parte muy importante en las terapias de estimulación sensorial, teniendo numerosos beneficios en personas con diferentes dificultades, como son las personas afectadas por una parálisis cerebral.
Durante el balanceo se trabajan las sensaciones, la percepción y lo sensorial, que son capacidades básicas del ser humano. Así mejora la asimilación de la información sensorial, optimizando la relación de las personas con el entorno y sus aprendizajes.
También se trabaja la coordinación del tronco con la flexión y extensión de las las piernas y las manos. Es una actividad estupenda para trabajar la motricidad fina y gruesa.
Cierto es que estos espacios que se suponen que están preparados para los niños, a mi forma de ver no lo están. Los columpios por ejemplo. Hay muchos que son anti-niños, no son altos , son altísimos!! ¿ como se va a subir un niño sólo a un columpio de esa altura? ¿ si están preparados para niños, porqué no se se pueden subir solos? Cuando nos encontrábamos con este dilema, yo me agachaba frente al columpio para que ella sola se subiera haciendo pie sobre mis piernas, o bien colocaba alguna piedra o tronco de alrededor para que pudiera subirse apoyándose en ella, una vez que ella estaba sentada en el columpio, yo me retiraba o quitaba la piedra.
Lo ideal son los columpios que tienen regulador de altura, de esta forma ellos pueden subir solos, y tienen un apoyo para darse el primer impulso para columpiarse.
Columpiarse es muy divertido, o por lo menos yo así lo recuerdo. A mi me encantaba columpiarme, ahora no se porque pero me mareo, debe de ser que la vida adulta hace que perdamos estos placeres tan puros, y el no hacerlo con frecuencia hace que tengamos el cerebro oxidado…Es verdad que los adultos nos interponemos en estas decisiones, de alguna manera presionamos para que a ellos realicen cosas que según nuestra forma de ver, debería saber, porque tienen 3, 6 o 8 años.
Para nosotros es importante respetar su proceso, tal y como lo hicimos con el tema que nos acontece, el columpiarse, lo estamos haciendo con la bicicleta, Luna no tiene curiosidad por ir en bici con pedales, esta muy contenta con su bicicleta sin pedales, y así nos lo dice. Tiene 5 años, sus amigas ya utilizan la bici. Ella motrizmente está preparada, pero emocionalmente todavía no, no se siente segura para hacerlo, y para que ella se sienta preparada en todo su ser ,tiene que saber organizar su cuerpo para pedalear y mantener el equilibrio, tiene que sentirse segura y lo más importante tiene que desearlo.
El disfrute, la motivación es lo que mueve el deseo de los niños, por eso es tan importante en el aprendizaje que esto esté presente, si no hay motivación, no hay deseo, y por lo tanto no se produce el aprendizaje. Así pues si el niño no quiere ir en bicicleta, no aprenderá hasta que sea un deseo propio.
Si dejamos que ellos solos vayan alcanzando sus propias metas, estamos favoreciendo su autoestima.
Son ellos quienes desean algo, piensan como realizarlo, colocan su cuerpo para poder hacerlo y finalmente lo ejecutan. Ellos solos. Esto les llena, esto nos llena. Hace que crean en ellos mismos, en sus capacidades y que conozcan sus límites.
Porque si nunca han explorado por si solos una estructura como las que hay en los parques por ejemplo, que tienen una barra para bajar, o que están a cierta altura. No verán el peligro que puede ser el correr cerca del borde o lanzarse al tubo sin abrazarlo, porque nunca lo han explorado sin que un adulto les diga como colocarse o prohibiéndoles acercarse.
Os propongo que la próxima vez que vayais a un parque, dejeis a vuestros hijos explorar con libertad. Colocaros cerca, pero no intervengas, si no es estrictamente necesario por su seguridad.
Observar, escuchar su cuerpo, y mirarle, sobretodo mirarle. Si os pide ayuda podáis proponerle » mira a ver, como puedes colocar tu cuerpo para subir al tobogán...» veréis como su cuerpo comienza a despertarse, como sus movimientos se conectan para conseguir su objetivo, y como una vez conseguido os buscan con la mirada y mientras sonríe dice «¡¡¡¡ mira mamá!!!!»
«Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el desarrollo.»
Maria Montessori
Ana Remacha VeoBio/lo natural es jugar
Terapeuta Ocupacional. Psicomotricista educativa, reeducativa y terapeútica.
Siempre he tendido una conexión especial con los animales. Disfruto conviviendo con ellos, acariciándolos, observándolos… Ahora nos acompañan, entre otros animales, tres gatas. Cada una tiene un carácter diferente y cada una tiene una relación diferente con Luna y Violeta.
Ayer no dormí en toda la noche, Violeta estuvo con laringitis. De la habitación al salón, del salón a la ventana y vuelta a empezar. Las/os que conocéis esta enfermedad ya sabéis de lo que hablo. La tos perruna (así es como la denominan los médicos) se calma con aire frío y húmedo, por eso le acompañamos al balcón o abrimos la ventana. En una de las tantas veces en la noche que nos tuvimos que levantar, deje un segundo a Violeta en el tatami. Ella estaba llorando desconsolada, y Rayita, una de nuestras gatas, se acercó y comenzó a lamerle la cabeza. Violeta la miró y se calmó. No era la primera vez que observaba que hacía esto, Rayita tiene este instinto, cuando escucha a un niño llorar se acerca, ronronea y le lame o le maúlla.
Los animales pueden ser un elemento importante para el desarrollo del niño en todos sus aspectos: físico, cognitivo y emocional.
Esto lo he observado con Luna. Cuando nació decidimos irnos a vivir a mi pueblo, un pueblo muy chiquitito, veíamos importante que desde el principio tuviera un contacto cercano con la naturaleza y lo animales que habitan en ella. Cuando cumplió un año más o menos, teníamos gallinas, nos dejó alucinados la relación que entabló con ellas.
Cuando tenia unos 18 meses, ya las pastaba para guiarles al gallinero, las cogía y las acariciaba como si fueran bebés. Y un poco mas adelante les hacía «sopas» en un barreño, con plantas y tierra, y ellas se las comian!!!!
Esta interacción entre ella y los animales, le facilitó percibir las necesidades que éstos tenían y atenderlas. Si tenían hambre, frío, dolor o necesitaban pasear.
Los niños/as observan los animales, observan como se mueven, como caminan, como comen… reciben información de ellos de una forma instintiva y poco a poco, con la convivencia, lo asocian a las diferentes necesidades que tienen.
Todo esto favorece la empatía, favorece que conecte con las necesidades que tiene el otro, que las exprese y atienda.
Ellos se vinculan, expresan afecto y cariño, a la vez que comprenden que los animales, así como todos los seres vivos, requieren de cuidados, respeto y atención. Esto repercute en el desarrollo de la sensibilidad y tolerancia, permitiéndoles tomar conciencia de que los seres vivos tienen diversas necesidades y que las expresan de modos diferentes.
Aprenden que la comunicación no solo depende de las palabras. Esta relación les ayuda a desarrollar aspectos de la comunicación no verbal y la capacidad de intuición.
Los niños aprenden las señales sutiles que sus animales utilizan para indicar sus sentimientos. Más tarde, pueden aplicarse esto a la interacción con las personas, porque ellos están más atentos a la importancia de la postura del cuerpo, los gestos…
Tenemos que ser conscientes de que es importante la forma en la que nosotros nos relacionamos con los animales, pues los niños imitan lo que observan a su alrededor.
Por eso si nosotros les chillamos, golpeamos o ignoramos, los niños/as trataran a los animales de esta forma. Por otro lado yo creo que también hay que transmitir que no todos los animales quieren contacto, e incluso hay algunos que son reacios a la cercanía de los niños.Por eso, yo siempre al acercarme a uno que no conozco lo hago con prudencia, me agacho y dejo que me huela el dorso de la mano. Un día Luna me preguntó por que hacia esto, y yo le conté que igual no quería que yo le tocase, le explique que es mi forma de preguntarle si le puedo tocar. Desde entonces ella hace lo mismo.
Los animales son terapéuticos. Estimulan sensorialmente a los niños/as. Muchos de ellos son utilizados en diferentes terapias con personas.
Perros, caballos, delfines…, han ayudado a personas discapacitadas o socialmente aisladas a conseguir o recuperar el contacto con su entorno, o a desarrollar su capacidad de comunicación, como en el caso de los afectados por algún trastorno del espectro autista. Hay animales que incluso son capaces de percibir las limitaciones físicas.
Mi sobrina necesitó un tiempo hasta que comenzó a gatear y posteriormente caminar. Acude a un centro de atención temprana donde le acompañan en todo su proceso de desarrollo. También le acompaña en su proceso, Hervi, uno de los gatos de mis padres. A todos nos deja alucinados lo que le estimula. El gato se acerca, le toca con la cabeza, y se va, ella le siegue, estimulando de esta forma el gateo, y ahora la marcha, cuando ella le alcanza, el se tumba, ronronea, ella sonríe, le toca, Hervi se va encima de la mesa, ella se levanta, el salta, ella le sigue…. Y así pueden estar mucho tiempo… Poco a poco va permaneciendo más tiempo en las cosas, pero con Hervi es puro amor, puede permanecer horas.
Por otro lado, el ronroneo que emiten habitualmente los gatos tiene unas finalidades terapéuticas increiblemente beneficiosas, tanto para ellos como para los humanos. La vibración del ronroneo próximo a nosotros beneficia a nuestro sistema nervioso y facilita la tonificación de nuestros músculos.
El hecho de convivir con los animales, conlleva una serie de responsabilidades, que a medida que los niños crecen se pueden compartir con ellos. La convivencia hace que se hagan consciente de que los animales necesitan una serie de cuidados y más adelante comprenden que es una responsabilidad, se han de cubrir las necesidades de estos, si no pueden enfermar.
Esto genera que los niños confíen en si mismos, en sus posibilidades, les da seguridad en si mismos, y en consecuencia en las relaciones con los demás, están cubriendo las necesidades de otros. Hoy en día , los niños son evaluados constantemente. Se los califica por su comportamiento, sus resultados académicos, su rendimiento deportivo. Los animales no tienen tales expectativas; están encantados de que el niño pase tiempo con ellos. Las animales dan a los niños un sentido de aceptación incondicional no hay calificaciones ni juicios de ningún tipo.
Los niños que conviven con animales pueden llegar a entender mejor los procesos vitales como el nacimiento y la muerte. Me llama la atención como Luna lo tiene integrado, la verdad es que hemos tenido diferentes experiencias con animales que se han muerto. Y aunque verbaliza que esta triste cuando esto sucede, tiene interiorizado que forma parte del proceso de vida. Muchas veces me deja «helada» por la naturalidad que tiene al expresar estos acontecimientos.
En definitiva, los animales nos regalan muchos momentos, experiencias, aprendizajes… que para mi es muy importante que Luna y Violeta tengan cerca.
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Ana Remacha.
Terapeuta Ocupacional. Psicomotricista educativa, reeducativa y terapéutica.
¡El verano ya está aquí! Y hace un año fue cuando VeoBio comenzó su andadura con todos vosotros.
Uff! Un año cargado de muchas incertidumbres pero a la vez de muchísimas cosas aprendidas.
Cuando comienzas una aventura de este tipo todo está en el aire, pero ha sido para nosotros muy gratificante, ver como en tan poco tiempo, muchos de vosotros habéis confiado en VeoBio para ofrecer materiales de una manera respetuosa, que den juego y vida a vuestro día a día.
Desde VeoBio nuevamente os damos las gracias.
Y para agradeceros la confianza os presentamos este material que podéis conseguir mediante nuestro SORTEO!!!
Ya sabeis que nosotros estamos ubicados en el pirineo aragonés y somos amantes de la naturaleza así que este es un material que encaja perfectamente con nuestra filosofía.
Un puzzle de madera inspirado en los 4 elementos fuego, agua, aire y tierra.
Pensemos en la conexión que tienen entre si, pensemos en los árboles, como sus raíces absorben el agua y minerales necesarios para su crecimiento (elementos agua y tierra). El árbol respira a través de sus hojas (elemento aire) y recibe luz y calor de los rayos solares (elemento fuego). Que mágica es la naturaleza.
El Puzzle de los cuatro elementos se compone de 23 piezas muy solidas que permite hacer todo tipo de construcciones y montajes, sobre plano y en vertical. Como todos los materiales Grimm´s favorece la creatividad. Pueden ser cuevas, casitas, montañas, mares… la imaginación de los niños no tiene límites.
Se presenta sobre una base de madera maciza que permite a los niños saber cómo deben colocarse las piezas para que el puzzle quede ordenado al momento de guardarlo, de esta forma se favorece la autonomía y el cuidado hacia sus objetos de juego, a la vez que se trabaja el razonamiento lógico, resolución de problemas…
Este puzzle fue galardonado con el premio PAREN’TS CHOISE AWARD, un premio otorgado por una asociación independiente de padres de Estados unidos que ponen a prueba y valoran juguetes. Tamaño: longitud de 44,5 cm, marco de un solo bloque de espesor de 4 cm.
Requisitos para participar:
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Bienvenidos a mi pequeño universo. Soy Ana, mamá de Luna y Violeta. Terapeuta Ocupacional y Psicomotricista Educativa, re-educativa y Terapéutica. Hace unos años comenzamos esta gran aventura, VeoBio. y nació este espacio donde comparto mis vivencias, inquietudes, materiales interesantes… Apasionada de la crianza consciente, educación respetuosa y juego libre. ¿Os animáis a formar parte del mundo VeoBio?
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